Artículo válido para este refrán: "trás la piel de un extremista se esconde un oportunista"
Edmundo García
En
lo personal y como periodista hace rato vengo criticando la obsesión
anticubana del senador Demócrata por New Jersey Bob Menéndez. El senador
es hijo de inmigrantes cubanos llegados a Estados Unidos en 1953; él
nació en New York al año siguiente. Entre tantas acciones emprendidas
por el senador Menéndez contra Cuba denuncié en octubre del 2009 una
jugarreta chantajista para bloquear la visita de la Orquesta Sinfónica
de New York a La Habana, lo cual publicaron varios sitios en internet,
entre ellos Cubadebate. (http://www.cubadebate.cu/noticias/2009/10/05/emisora-de-miami-denuncia-chantaje-del-senador-bob-menendez-para-impedir-que-la-filarmonica-visitara-la-habana/)
Desde
hace tiempo también he estado diciendo en el programa La Tarde se Mueve
(Miami 14.50 am) que corrían comentarios y rumores persistentes sobre
un escándalo de prostitución que implicaba al senador
Menéndez. Incluso me decidí a ponerlo por escrito en un artículo
publicado el 20 de diciembre del 2012 titulado “¿Podrán nuevos
funcionarios de Obama conseguir un cambio de política hacia Cuba?”
cuando vi que ni los libelos derechistas de la calle ocho de Miami
podían esconder la implicación en el escándalo de uno de sus ídolos. (http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/12/20/podran-nuevos-funcionarios-de-obama-conseguir-un-cambio-de-politica-hacia-cuba/)
Retomé
el tema precisamente en la edición de La Tarde se Mueve del pasado
martes 29 de enero, es decir de antes de ayer, junto a Ed Levy,
colaborador e invitado regular del programa. (http://latardesemueve.com/grabaciones)
Recuerdo que coincidimos en que la implicación en este escándalo de
prostitución iba a tener consecuencias en la carrera política de
Menéndez y que sólo discrepamos un poco sobre el alcance. En concreto,
si perjudicaría el desempeño de Menéndez como jefe de la comisión de relaciones
exteriores del senado, o si podría llevarle a perder hasta el puesto
como senador. Porque ciertamente sería deshonroso para él ese cuerpo
legislativo que Menéndez asumiera tan alto cargo en las actuales
condiciones.
Por
eso fue que como periodista de un medio alternativo que batalla a
contracorriente en Miami sentí cierta satisfacción cuando un día después
de ese programa tanto The Miami Herald como El Nuevo Herald publicaran
amplios reportajes sobre una redada del FBI en un complejo en West Palm
Beach que conectaba con el escándalo de prostitución en que estaba
implicado el senador Menéndez. El periódico en inglés publicó su
reportaje “FBI wraps up raid at West Palm Beach office of doctor tied to
U.S. Sen. Bob Menendez” bajo las firmas de los periodistas Carli
Teproff, Marc Caputo y Jay Weaver, y la versión en español se tituló “El
FBI culmina en West Palm Beach una redada en la oficina de doctor
vinculado a Bob Menéndez”, con las firmas de los periodistas Marc
Caputo, Jay Weaver y Scott Hiannsen.
No
digo que nuestra insistencia periodística fue la causa de que The Miami
Herald y El Nuevo Herald se decidieran a publicarlo, pero si en algo
influimos nos alegra. Y si no igual, porque es hora de que los medios
dominantes de Miami salgan por sí mismos del cepo de los extremistas
cubanoamericanos y dejen trabajar con creatividad a los buenos
periodistas que quedan en sus plantillas.
Aunque
en una nota del pasado 12 de diciembre del 2012 The Washington Post
había hecho referencia a este escándalo en relación con un indocumentado
registrado como ofensor sexual que hizo una pasantía en la oficina de
Menéndez y la divulgación de la condena a un contable de Jersey City
imputado de haber realizado trucos para encubrir contribuciones de
$98,000 a las campañas del senador, ha sido esta semana cuando el
escándalo que implica a Menéndez ha empezado a cobrar un carácter
nacional.
Resumiendo
la noticia, El Nuevo Herald dice que el FBI hizo una redada en el
negocio de un oculista en West Palm Beach llamado Salomon Melgen bajo
sospecha de proveer viajes gratuitos a República Dominicana y
prostitutas menores de edad al senador Bob Menéndez. Según documentos
referidos por los periodistas Melgen ha enfrentado demandas judiciales y
actualmente pesa sobre él un embargo millonario por parte de la oficina
de impuestos de Estados Unidos (IRS).
Por
su parte la oficina del senador Menéndez ha reconocido que Melgen es
partidario político y amigo del senador desde hace muchos años; así como
que este ha viajado en su avión particular. Melgen, de origen
dominicano, tiene un avión privado CL-600 Challenger en el que viaja
frecuentemente entre West Palm Beach y Casa de Campo, en República
Dominicana. Fue en una mansión de esta exclusiva reserva donde unas
prostitutas dijeron haber tenido relaciones sexuales con el senador
Menéndez, con quien habrían acordado un pago de $500 a cada una dándoles
solo $100, según declaraciones que circularon en medios locales y que
recogió “Daily Caller”, un sitio que la oficina de Menéndez quita
crédito por considerarlo de carácter “derechista” y enemigo del senador.
Sin embargo, a pesar de lo que dice su oficina, también se hicieron eco
de lo dicho la “Citizens for Responsibility and Ethics in Washington” y
“ABC News”. En estos momentos se manejan nombres específicos de mujeres
implicadas en el caso como Yaneisy
Fernández, Rosemary Rivas “La China”, Mariela de la Caridad, Jennifer
Hernández, Geraldine García, la rusa Sveta y la brasileña Camila; también
hay quien dice haber visto pasar algunas de ellas en el Mercedes Benz
azul del Doctor Melgen con su chofer. Aunque el FBI no fue a West Palm
Beach solo por investigar a Menéndez, se ha dicho que las dos
investigaciones le interesan paralelamente: la del médico por fraude y
la de Menéndez por los términos expuestos. Pero no se trata solo de la
mala asociación con el Dr. Melgen, el senador Menéndez tiene un largo
historial de amistades peligrosas. El periodista Lázaro Fariñas
recordaba en el programa La Tarde se Mueve de ayer miércoles que desde
la época en que Menéndez fue alcalde de Union City (New Jersey), entre
1986 y 1992, se comentaba que tenía cierto “tufillo mafioso”. En el tema
cubano Menéndez no se ha podido ligar a personas de más mala
reputación. No sólo ha trabajado en complicidad con lo peor de la
política miamense, también ha tenido relaciones con grupos violentos y
terroristas confesos. A través su ex suegro Arnaldo Monzón Plasencia, ya
fallecido, Menéndez confraternizó con Luis Posada Carriles y hasta
celebró su absolución en el juicio que se le hizo en El Paso, Texas. En
un reportaje sobre ese juicio publicado en Cubadebate el 3 de marzo de
2011, el abogado José Pertierra se refiere al testimonio de Oscar de
Rojas, contador por 23 años del negocio “Arnold Fashions” del ex suegro
de Menéndez, donde también lo liga a Jorge Mas Canosa y al
financiamiento de Posada Carriles en la época en que preparaba acciones
terroristas contra Cuba desde Centroamérica, como la que terminó con la
vida del joven italiano Fabio di Celmo. Ese tipo de personas integran el
entorno cubano de Menéndez.
No
es poco lo que pesa sobre su historial; en mi criterio, repito, lo
inhabilita para la presidencia de la comisión de relaciones exteriores
del Senado. Incluso tampoco me parece una trayectoria digna de un
senador federal.
No
debe sorprender a nadie que aparezcan tapujos para proteger a Menéndez.
Un nuevo artículo de Marc Caputo y Jay Weaver sobre el escándalo,
aparecido hoy jueves 31 de enero en El Nuevo Herald muestra que
aparentemente nadie quiere comentar sobre las implicaciones de la
noticia. Barbara Boxer, presidenta de la Comisión de Ética del Senado no
quiere hablar; ni Chuck Schumer, tercer Demócrata en importancia en el
Senado, y tampoco Marco Rubio a quien tanto le gusta hablar. El abogado
de las mujeres Melanio Figueroa dijo que las muchachas no le devuelven
las llamadas y ha perdido el contacto. Cualquiera puede imaginar la
presión que existe sobre ellas. Es bochornoso que en medio de todo esto
aún el senador Menéndez no haya dado la cara y sea su oficina a través
de su vocera Tricia Enright quien se limite negar sin
más explicaciones el escándalo donde se le implica. El senador Harry
Reid, líder de la mayoría (D) del Senado, debería entender que sería
escandaloso promover a Menéndez. Aunque también se sabe que grupos de la
extrema derecha cubanoamericana de Miami como el CLC contribuyen con el
senador Reid a través del cabildero del US Cuba Democracy Pac en
Washington DC Mauricio Claver-Carone; la entrega al senador Menéndez de
tan alta responsabilidad por tan poco sería una vergüenza imborrable
para la historia del senado.
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