MONCADA
Esta
semana he recordado como pocas veces en mi vida una de las hermosas
danzas cubanas del gran compositor Ignacio Cervantes: Los tres golpes. Y
es que en mi criterio el bloqueo yanqui ha recibido en estos días tres
golpes en forma casi simultánea procedentes de Rusia, Estados Unidos y
México.
De
Rusia, mediante la firma de dos acuerdos para ampliar los lazos de
cooperación en la rama petrolera con Cuba, hecho ocurrido durante el
Foro Económico Internacional de San Petersburgo, y al cual asistió el
Presidente Vladimir Putin. Los documentos recogen la intención de
desarrollar proyectos de exploración de crudo, así como la creación de
una base logística de la poderosa empresa rusa Rosneft, en la Zona
Especial de Desarrollo Económico en el megapuerto de Mariel, 45
kilómetros al oeste de La Habana.
De
la vecina nación mexicana, por la reciente apertura en La Habana de la
oficina de PROMEXICO, una entidad encargada de la promoción del comercio
y las inversiones cuyo Director General, Francisco González, vino a
Cuba al frente de una delegación de más de cuarenta empresarios de
diversos sectores, entre ellos los alimentos, los productos químicos,
los fertilizantes y el turismo.
Esta
importante delegación mexicana, que ya recorrió la Zona Especial de
Mariel, da continuidad a la visita realizada por el presidente de
México, Enrique Peña Nieto, quien asistió en La Habana en enero pasado a
la Segunda Cumbre de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños, y se entrevistó con el presidente cubano, Raúl Castro.
Los empresarios mexicanos participaron en un Seminario Empresarial y Ronda de Negocios que les permitió conocer las oportunidades de intercambio que se abren a partir de la aprobación de la nueva Ley cubana de Inversión Extranjera y la creación de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
El
tercer golpe en esta semana al bloqueo económico, comercial y
financiero del imperio, lo propinó la visita a Cuba del Presidente de la
Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donohue, quien ha vuelto a
La Habana, ahora al frente de una delegación de diez empresarios
estadounidenses, y ya declaró que ha visto una Cuba distinta a la de su
anterior visita hace quince años.
Para uno de los integrantes de la mafia anticubana de Miami, el senador Bob Menéndez, el viaje a Cuba del Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, es una mala idea.
Y esa mala idea del anexionista Bob Menéndez es el mejor elogio que pueden recibir quienes en Estados Unidos abogan por la normalización de relaciones entre los dos países.
Para Aler - Contacto Sur y desde Radio Habana Cuba, les habló Pedro Martínez Pírez.
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