Por Mark Weisbrot
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La decisión de Henrique Capriles
de rechazar la oferta de diálogo por parte del presidente Maduro, es
emblemático de ciertos problemas fundamentales que han aquejado a la
oposición venezolana durante los últimos 15 años, y que afloran con
intensidad en el contexto actual. Aunque la oposición haya emprendido la vía
electoral al poder en el año 2004, no se trataba de una decisión fácil ni
unánime. En el período 1999-2004, la oposición venezolana contaba con “una
estrategia de derrocamiento militar”, según Teodoro Petkoff, editor de Tal
Cual. Esto incluyó el golpe de abril 2002 y el paro por parte de empresarios
y empleados (en su mayoría de cuello blanco y gerentes) de PDVSA, entre
diciembre del 2002 y febrero del 2003. Pero en aquel entonces, la oposición contaba
con una serie de ventajas que hoy día ya no tiene. Su control de los medios
era casi total, de modo que podían dominar el espectro radioeléctrico con
mensajes que culpaban al gobierno del desastre económico que ellos mismos
habían provocado. Ocho meses después del golpe, Chávez aún no tenía el
control total del ejército, ni de PDVSA. Tampoco contaba con aliados
internacionales en toda la región.
No obstante, el paro petrolero y
empresarial del 2002-2003 fracasó por razones similares a las que harán fracasar
las protestas actuales. La gente se cansa de las molestias ocasionadas, de
las colas, de la violencia, y la oposición pronto perderá el apoyo de su
propia base –que, dicho sea de paso, ha dado lugar a manifestaciones mucho
más pequeñas que las que se vieron en el 2002-2003.
El gobierno en el 2003, por otra parte, precisamente por no controlar la industria petrolera, tampoco había cumplido todavía con gran parte de sus promesas. Once años después, la pobreza y el desempleo han sido rebajados a menos de la mitad, la pobreza extrema ha visto una reducción de más del 70 por ciento, y millones cuentan con pensiones que antes no tenían. ¿Será que los venezolanos están dispuestos a lanzar todo esto a la basura, por haber vivido un año y medio con alta inflación y un incremento de la escasez? Parece poco probable.
En 2012, según el Banco Mundial,
la pobreza cayó en 20 por ciento, la reducción más grande de todo el
continente americano. Los problemas recientes no se han extendido en el
tiempo lo suficiente como para que la mayoría desista de un gobierno que ha
impulsado un mejoramiento en sus niveles de vida, por encima de cualquier
otro gobierno durante décadas.
Nos podemos también imaginar la
austeridad y el desempleo que la oposición provocaría para reducir la
inflación, junto a los recortes en el gasto público y la posibilidad de que
Venezuela viva varios años de recesión. Se trata de las recetas neoliberales
convencionales. Existe muy poca duda de que líderes como Leopoldo López,
María Corina Machado y Henrique Capriles (a pesar de su reinvención como una
especie de "segundo Lula" durante las elecciones presidenciales)
las aplicarían.
Estos líderes se ubican
sencillamente demasiado a la derecha, caracterizados por un elitismo patente,
para el país que desean gobernar. Venezuela no es Polonia. Un treinta y seis
por ciento de los venezolanos se autodefinen de izquierda, el más alto
porcentaje en América Latina.
La ayuda proporcionada por los
EE.UU. a la oposición venezolana le ha brindado financiamiento --solamente
viendo los documentos del gobierno de los EE.UU. disponibles en Internet, se
puede observar un financiamiento de cerca de 90 millones de dólares en fondos
destinados a Venezuela desde el año 2000, lo cual incluye 5 millones de
dólares en el actual presupuesto federal--, más presión hacia la unidad de la
oposición, y asesoría táctica y estratégica. Ante todo los EE.UU. han apoyado
a la oposición mediante su enorme influencia en los medios internacionales y,
por ende, en la opinión pública. Cuando Kerry dio un giro en su posición en
abril, debido a la presión desde Suramérica y reconoció los resultados de la
elección en Venezuela, eso marcó el final de la campaña de desconocimiento
por parte de la oposición.
Sin embargo, la cercanía del
liderazgo opositor respecto al gobierno de los EE.UU. también constituye un
lastre en un país que fue la punta de lanza de la “segunda independencia” de
Suramérica, que comenzó con la elección de Hugo Chávez en 1998. La derecha
ucraniana por lo menos puede señalar a Rusia como una potencial amenaza a su
independencia; pero los intentos por parte de los líderes opositores de
pintar a Cuba como una potencial amenaza a la soberanía de Venezuela son
irrisorios. Solamente los Estados Unidos representan una amenaza para la
independencia de Venezuela, en tanto Washington trata de retomar el control
sobre toda la región.
El liderazgo opositor espera superar estas limitaciones y derrocar al gobierno, al retratarlo como una dictadura opresora que reprime la protesta pacífica. No obstante, Venezuela no es un Estado autoritario; por el contrario, el Estado es demasiado débil. Esta es la razón por la cual existe tanta impunidad y homicidios. Hasta la fecha (25 de febrero) ha habido siete muertes confirmadas de manifestantes opositores. Aunque existe evidencia que agentes estatales estaban involucrados en algunas muertes, no hay evidencia de que el gobierno está tratando de reprimir protestas pacíficas. De hecho, de las 45 personas detenidas actualmente, 9 son funcionarios de seguridad. Los otros 36 no representan una cantidad muy grande, si tomamos en cuenta cuántas violaciones de la ley por parte de los manifestantes se pueden ver en los videos de manifestaciones a veces violentas. Sin embargo, los que han sido detenidos y acusados formalmente de un delito- incluyendo López – deben beneficiarse de libertad condicional, a menos que haya una razón legal y justificable para que queden detenidos antes de su juicio. Inicialmente Capriles había dado muestra de cierta renuencia a la hora de respaldar la estrategia de “cambio de régimen” asumida por López y Machado, que también parece contar con el apoyo de Washington. Su rechazo al diálogo representa un grave paso hacia atrás.
Mark
Weisbrot es un investigador que co-dirige el Centro de
Investigación de Economía y Política en Washington (CEPR), quien además
preside la organización Just Foreing Policy que propone estrategias en
política internacional.
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LIBERTADOS LOS CINCO CUBANOS. Blog donde se expresaron los sentimientos de solidaridad con los cinco compatriotas cubanos que estaban presos injustamente en Estados Unidos, dando una pequeña cota de contribución para la libertad de los mismos. Aborda también cuestiones relativas a Cuba y a los cubanos.
quarta-feira, 12 de março de 2014
VENEZUELA: POR QUÉ LA ESTRATEGIA DE "CAMBIO DE RÉGIMEN" TIENE POCAS POSIBILIDADES DE ÉXITO
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