Traducido del Más
Allá por Max Lesnik.
La censura en El Nuevo Herald.
En la primera
plana del diario en inglés The
Miami Herald de hoy
lunes aparece una extensa y reveladora
entrevista con el empresario
azucarero
de origen cubano Alfonso Fanjul tomada del periódico The Washington Post que se edita en
la capital norteamericana y
que es como el New York
Times, de obligada lectura por el Presidente
de Estados Unidos así como de
los Congresistas y Senadores que tienen
en sus manos cambiar la política de Washington con
respecto a Cuba. Los
lectores de El Nuevo Herald en Español sin
embargo. no
han tenido la oportunidad de enterarse
de los que expresó Fanjul con
respecto a su país de origen,
al cual visitó recientemente
por segunda vez en los últimos meses. El Nuevo
Herald no ha
publicado ni siquiera un resumen
de lo que expresara al Washington Post
el influyente hombre de negocios, a
quien se le considera el
“Zar del azúcar” por sus multimillonarias inversiones en la industria
del dulce producto, tanto en Republica
Dominicana como en el Estado de
La Florida.
“Alfie” Alfonso Fanjul
es un fuerte contribuyente económico al
Partido Demócrata a la vez que su
hermano José lo es al Partido Republicano, algo así muy
común
en la política norteamericano en la
cual a ninguna familia poderosa se le
ocurre poner sus huevos en una misma canasta. De manera que lo que expresen los Fanjul con respecto a Cuba sin
duda que tiene peso en la política de Washington hacia La Habana.
En la entrevista al Washington Post reproducida en
la edición de hoy
por The Miami Herald y
censurada por El Nuevo Herald, Alfonso Fanjul explica las razones para sus recientes visitas
a
Cuba acompañado entre
otros por su amigo el ex
Embajador de Estados Unidos en Bélgica
Paul Cejas, también de origen cubano.
Según Fanjul y
esto es lo más importante
de su entrevista, el dice que
si se levantaran las restricciones de comercio que tiene Estados Unidos
con respecto a Cuba y si
en la isla se avanzara por el camino de los cambios,
él estaría dispuesto a invertir dinero en la industria azucarera cubana.
Por su `parte el ex
Embajador Paul Cejas que estaba presente cuando el
Washington post entrevistaba a Fanjul,
señala que “Hay algo que para mí está muy
claro. Que el Embargo a Cuba es en realidad un
Embargo
contra Estados Unidos, contra nosotros mismos, porque los norteamericanos no
pueden hacer negocios con Cuba donde existen
increíbles oportunidades para
hacer inversiones”.
La censura en
El Nuevo Herald sobre las opiniones que de
alguna manera contradigan la línea de
la extrema derecha cubana de Miami es
más que evidente. Y luego se quejan de
que cada día
que pasa más
baja la circulación de ese periódico.
Vamos a ver si se
aconsejan y en la edición de mañana
martes publican la entrevista completa que hoy salió en El
Herald en inglés. Un consejo
saludable de El Duende
que debieran seguir para su propio beneficio.
Un pasito adelante varón.
Panamá: La mala
sangre obliga.
El Presidente de
Panamá Ricardo Martinelli se ha
visto obligado a pedirle la renuncia a su
Ministro de Relaciones Exteriores Fernando
Núñez Fábregas como resultado de su
pésima actuación en contra de los intereses de su país
en relación a dos asuntos que tiene que ver con Cuba.
Lo primero
fue su posición anticubana, que llevó al
Presidente panameño a orquestar un escándalo internacional con
cargamento de azúcar de Cuba y un
alijo de armas obsoletas cuyo destino no
era otro que el
de enviarlas Corea, para que fueran
modernizadas y más
tarde retornarlas a la isla,
tal como en su momento lo expresara
la cancillería cubana.
El promotor del escándalo internacional que se armó con el
terma de la nave
coreana, fue obra del entonces
Canciller Panameño Núñez Fábregas. En esto
quiso ser más papista que El
Papa puesto que ni Estados Unidos se
metió en el embrollo armado por el Ministro panameño,
algo que llevó
al presidente Martinelli al más espantoso
ridículo.
La otra metedura
de pata, también de mala fe
anti-cubana del ex Ministro Núñez
Fábregas, fue la de mal aconsejar al
Presidente Martinelli de
que no asistiera a la Cumbre de jefes de Estado
de la CELAC que se estaba
celebrando en La Habana con la asistencia de 33 Jefes de Estado de Americana Latina, dando
por resultado que Panamá con la ausencia de su Presidente
hiciera otro total ridículo en el escenario latinoamericano.
El
caso del ex
Canciller panameño Núñez Fábregas es asunto
de “mala sangre”. Y la “mala
sangre” obliga. Digo así porque Fernando Núñez Fábregas si
bien es panameño de nacimiento, es por
otra parte
de origen cubano ya que su
padre- ya fallecido- es Ricardo Núñez Portuondo, quien fuera el Embajador de Batista en
las
Naciones Unidas. Núñez
Portuondo fue a dar a Panamá a la
caída de la dictadura batistiana y
allí se casó por tercer vez con una
prominente señora de la
alta sociedad panameña de apellido Fábregas,
que no por casualidad es
familia cercana del Presidente Ricardo Martinelli.
Las
estrechas relaciones de Fernando
Núñez Fábregas con el sector de derecha y
batistiano de Miami es más que evidente, lo
que explica su reiterada conducta
anti-cubana en el desempeño de sus
funciones como Canciller de Panamá.
Ahora, para recomponer los entuertos montados por
el batistiano Fernando Núñez Fábregas, que
ha llevado a Panamá a un lamentable
aislamiento en sus relaciones con
Cuba y el resto de América Latina ,
el Presidente Martinelli se ha
visto obligado a dejar cesante
a su problemático Canciller.
Es que
cuando la sangre es mala siempre
pasa lo mismo. De su padre lo aprendió. Digo yo.
El que paga manda
porque paga.
Según todas las
definiciones “Mercenario es todo aquel que
realiza actividades militares o
políticas para un gobierno extranjero
a cambio de dinero”.
El periodista
norteamericano Tracy Eaton en su Blog
de la Internet “Along the Malecón”,
acaba de publicar una información según la cual en
Miami ha dos entidades
que reciben dinero del gobierno de
Estados Unidos para subvencionar las actividades de
los llamados grupos “Disidentes “
que operan en la isla. Uno de ellos se
llama “Grupo de Apoyo para
la Democracia en Cuba” que recibe la suma de
un millón 237 mil 623 dólares y el otro que se
llama “Fundación para los Derechos Humanos en
Cuba” que recibe un millón 370 mil 165
dólares,
según los reportes oficiales del año
2012.El que paga manda porque paga.
Y los bien pagados son simplemente
mercenarios. Aquí y en Hampanga.
Y hasta mañana
martes amigos de El Duende que con
mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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