terça-feira, 4 de fevereiro de 2014



Traducido del Más Allá  por Max Lesnik.

La censura en El Nuevo Herald.

En la primera plana  del diario en  inglés  The Miami  Herald  de  hoy lunes aparece  una  extensa  y reveladora entrevista  con  el empresario   azucarero   de  origen  cubano  Alfonso  Fanjul  tomada  del  periódico  The  Washington  Post  que  se  edita  en la  capital norteamericana  y que  es  como el New York Times,  de  obligada lectura por  el  Presidente de  Estados  Unidos así como  de los  Congresistas y  Senadores  que  tienen en sus manos  cambiar  la  política de Washington  con respecto  a  Cuba. Los lectores  de  El  Nuevo Herald en Español sin embargo.  no han  tenido  la  oportunidad  de  enterarse de  los  que  expresó Fanjul  con respecto  a  su  país  de  origen, al cual  visitó  recientemente por  segunda  vez  en los últimos meses. El Nuevo Herald  no  ha publicado  ni  siquiera  un  resumen de  lo  que expresara al Washington  Post el  influyente  hombre  de negocios,  a quien  se  le  considera el “Zar  del  azúcar”  por  sus multimillonarias  inversiones  en  la  industria del  dulce  producto, tanto  en  Republica Dominicana  como  en  el  Estado  de La Florida.


“Alfie”  Alfonso  Fanjul es  un  fuerte  contribuyente  económico  al Partido  Demócrata  a  la  vez  que  su hermano  José lo es  al  Partido  Republicano,  algo  así  muy común en  la  política  norteamericano  en la cual  a  ninguna  familia  poderosa  se  le ocurre  poner  sus huevos  en  una  misma  canasta.  De  manera  que  lo  que  expresen  los  Fanjul  con  respecto  a  Cuba  sin duda que tiene  peso  en  la política  de  Washington  hacia  La  Habana.

En  la  entrevista  al  Washington  Post  reproducida  en la edición  de  hoy por  The Miami Herald  y censurada  por  El  Nuevo Herald,  Alfonso  Fanjul  explica  las  razones  para  sus  recientes  visitas a
Cuba  acompañado  entre otros  por  su amigo  el  ex Embajador  de Estados  Unidos  en Bélgica Paul  Cejas,  también de  origen cubano.

Según  Fanjul y esto   es  lo  más  importante de  su entrevista, el dice que si  se  levantaran  las  restricciones  de  comercio  que  tiene  Estados  Unidos con respecto  a  Cuba   y  si en  la  isla se avanzara  por  el  camino  de  los  cambios, él  estaría dispuesto  a invertir  dinero  en  la  industria  azucarera  cubana.

Por su `parte el ex Embajador  Paul  Cejas que estaba  presente  cuando  el Washington  post  entrevistaba a  Fanjul, señala  que  “Hay algo que para mí  está  muy claro. Que  el Embargo a  Cuba es en realidad  un Embargo contra  Estados  Unidos,  contra  nosotros  mismos,  porque  los norteamericanos no pueden hacer  negocios con Cuba donde existen increíbles  oportunidades  para hacer  inversiones”.

La censura  en El  Nuevo  Herald  sobre  las  opiniones  que  de alguna  manera  contradigan  la  línea  de la  extrema  derecha cubana de  Miami  es más  que  evidente.  Y  luego  se  quejan  de que cada día
que pasa  más baja  la  circulación  de  ese  periódico. Vamos  a  ver si  se aconsejan  y  en  la  edición  de  mañana martes  publican  la entrevista  completa  que  hoy  salió  en  El Herald  en  inglés.  Un consejo saludable    de  El  Duende que  debieran  seguir para  su propio  beneficio. Un  pasito adelante varón.

Panamá: La  mala sangre obliga.

El Presidente de Panamá  Ricardo Martinelli   se  ha visto  obligado a pedirle la renuncia  a  su Ministro  de  Relaciones  Exteriores Fernando Núñez  Fábregas  como resultado  de  su pésima  actuación  en contra  de  los  intereses  de  su  país en relación a  dos asuntos  que tiene  que  ver  con  Cuba.

Lo primero fue  su  posición  anticubana,  que  llevó  al Presidente  panameño  a  orquestar  un  escándalo  internacional  con cargamento de  azúcar  de Cuba  y  un alijo  de armas obsoletas  cuyo destino  no era  otro  que  el de  enviarlas  Corea,  para  que fueran modernizadas  y más tarde  retornarlas  a  la  isla, tal  como  en su momento  lo  expresara la cancillería  cubana.

El  promotor  del  escándalo  internacional  que  se  armó  con  el terma  de la nave coreana,  fue  obra  del  entonces Canciller  Panameño Núñez Fábregas. En esto quiso  ser  más  papista que El Papa  puesto que  ni Estados Unidos  se metió  en el embrollo  armado  por el Ministro  panameño, algo  que  llevó al  presidente  Martinelli    al más  espantoso ridículo.

La  otra  metedura de pata, también   de  mala  fe anti-cubana    del ex Ministro  Núñez Fábregas,  fue  la  de  mal  aconsejar  al Presidente Martinelli de que  no  asistiera  a  la  Cumbre  de  jefes  de  Estado de  la  CELAC que  se  estaba celebrando en La  Habana  con  la asistencia  de  33  Jefes  de  Estado  de  Americana  Latina,  dando por  resultado  que  Panamá  con  la  ausencia  de  su  Presidente hiciera  otro  total  ridículo  en  el  escenario  latinoamericano.

El caso  del  ex Canciller  panameño  Núñez  Fábregas  es  asunto de “mala  sangre”.  Y  la  “mala sangre”  obliga.  Digo así  porque Fernando  Núñez  Fábregas  si bien  es  panameño de  nacimiento,  es por otra parte de  origen  cubano  ya  que  su padre-  ya fallecido- es Ricardo  Núñez  Portuondo,  quien  fuera  el  Embajador  de  Batista  en
las Naciones  Unidas. Núñez Portuondo    fue  a  dar  a  Panamá  a  la caída  de  la  dictadura  batistiana y allí se  casó  por  tercer  vez con  una prominente  señora  de la alta  sociedad  panameña  de apellido Fábregas, que  no por casualidad  es familia  cercana  del Presidente  Ricardo  Martinelli.

Las   estrechas  relaciones  de  Fernando Núñez  Fábregas  con  el sector  de  derecha  y batistiano  de Miami  es  más  que  evidente,  lo que  explica  su   reiterada conducta anti-cubana  en  el desempeño de sus funciones  como  Canciller de  Panamá. Ahora,  para  recomponer  los entuertos  montados  por el  batistiano  Fernando  Núñez  Fábregas,  que ha llevado  a Panamá  a  un  lamentable aislamiento  en  sus  relaciones con Cuba  y  el resto de  América  Latina , el  Presidente  Martinelli se ha visto  obligado  a  dejar  cesante a  su problemático Canciller.
Es que cuando  la  sangre  es  mala  siempre pasa  lo  mismo. De su padre  lo  aprendió.  Digo  yo.

El que paga manda porque  paga.

Según todas las definiciones  “Mercenario  es  todo  aquel  que realiza  actividades  militares  o políticas  para  un  gobierno extranjero a  cambio  de dinero”.

El  periodista norteamericano  Tracy Eaton  en su  Blog de  la Internet  “Along  the Malecón”, acaba  de  publicar una  información según  la  cual  en Miami  ha  dos  entidades que  reciben  dinero  del gobierno de Estados  Unidos  para  subvencionar  las  actividades  de los  llamados  grupos  “Disidentes “   que operan  en  la  isla. Uno de ellos  se llama  “Grupo de  Apoyo para la  Democracia  en Cuba” que recibe  la  suma  de un millón 237 mil  623  dólares y el otro  que se llama “Fundación para los Derechos Humanos  en Cuba”  que  recibe  un millón 370 mil 165 dólares, según  los  reportes  oficiales  del  año 2012.El que paga manda  porque  paga. Y  los  bien  pagados  son simplemente mercenarios.  Aquí y en Hampanga.

Y hasta  mañana martes  amigos  de  El Duende  que con mi gallo  me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.

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