segunda-feira, 3 de janeiro de 2011

Pedido de Libertad para los 5 desde los Pirineos




















Jacqueline Roussie, foto © Virgilio PONCE



Señor Presidente Obama.
The White House
1600 Pennsylvania Avenue N.W.
Washington DC 20500

1 de enero de 2011

Señor Presidente:

Empezamos un año nuevo, y los Cinco cubanos Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino, y René González no fueron liberados aún, siguen pudriéndose en cárceles de Estados Unidos.

Usted indultó, como es tradición en el período de Navidad a varios condenados: narcotraficantes o individuos que cometieron actividades fraudulentas. No tuvo ni un gesto por los Cinco cubanos. Ellos son presos políticos que vinieron a Miami para infiltrar a medios terroristas de Florida hace unos veinte años: obraron por la Vida.

Mantener a esos hombres bajo llave significa que es muy grande la confabulación entre los mafiosos de Florida y la CIA, es decir el gobierno que usted representa.

El fin del año 2010 nos ha dejado algunos ejemplos flagrantes. Pongo aquí dos, uno que pertenece al pasado, y otro que augura mal el porvenir.

Primero el que hace referencia al pasado.

En Miami los últimos 12 y 13 de noviembre, se celebró con gran pompa, y mucha emoción, es cierto, el quincuagésimo aniversario de la operación « Pedro Pan ». Lo que fue pasado en silencio durante esta conmemoración, es que esta operación fue obra maquiavélica de la CIA.

 Álvaro F. Fernández, el 18 de mayo del 2009, es decir 8 años exactamente después de la muerte de su padre Ángel Fernández Varela, agente de la CIA en esa época, escribió:

 «…Lo que desató el pánico entre un gran número de padres fue un rumor de que el nuevo gobierno revolucionario se preparaba para redactar e implementar una nueva ley que eliminaba la patria potestad de los padres sobre los hijos. Esos niños serían llevados a la U.R.S.S. para su adoctrinamiento.
 Así nació la Operación Pedro Pan. Por esa época, la CIA, con la ayuda de la Iglesia Católica, preparó un plan que, si tenía éxito, ayudaría a desestabilizar a un inseguro y joven gobierno, provocar su ruina y finalmente su derrocamiento. Los peones en este juego de altas apuestas de ajedrez político eran 14 048 niños y sus padres.
 (…)    Mi padre, Ángel Fernández Varela probablemente haya sido el más importante agente de origen cubano en la CIA durante esa era fracasada de la década de 1960 que desembocó en el fiasco de Bahía de Cochinos. Unos años antes de su muerte en Miami Beach, en presencia de mi madre, mi hermana María, su esposo y yo, nos dijo que él había sido una de las personas responsables de redactar la falsa ley que provocó la histeria de la “eliminación de la patria potestad”. Por eso es que sé, sin la sombra de una duda, que la Operación Pedro Pan fue una siniestra jugada de inmoralidad diseñada y soñada por la CIA antes de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961 (…)».

Desde la creación en enero del 1960 por Allen Dulles, director de la CIA, de la « fuerza especial » encargada de acciones de subversión contra Cuba, la operación Pedro Pan no fue desgraciadamente el único drama. Cuba padeció medio siglo de sabotajes, atentados, e infortunios infligidos por Estados Unidos.

Estados Unidos no ha acabado con su política agresiva, no solamente contra Cuba, sino también con los demás países del ALBA, para quedarse con toda América Latina.

Ahora, el segundo ejemplo que atañe esta vez al futuro: El « seminario de conspiradores » que tuvo lugar en el hemiciclo del capitolio en Washington el último 17 de noviembre, convocado por los congresistas de Florida Ileana Ros-Lehtinen y Connie Mack.

Esos dos electos profesan un odio tremendo a la Revolución Cubana, y su iniciativa no augura nada bueno. Los dos están vinculados a la mafiosa FNCA que protege a terroristas como Luis Posada Carriles u Orlando Bosch, por solo citar a estos. Entre los presentes estaba la flor y nata de los congresistas de la extrema derecha de Estados Unidos y algunos invitados entre los cuales algunos extranjeros, especialistas en malas faenas. Los ex embajadores de Venezuela y de Costa Rica, Otto Reich y Jaime Daremblum estaban presentes en este seminario. Estaban también Roger Noriega coautor de la ley Helms-Burton, el venezolano Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, la más grande cadena TV de la oposición, que acaba de pedir asilo político en los Estados Unidos,  Alejandro Aguirre,  quien fue presidente de la SIP, precioso instrumento de la CIA  durante de la guerra fría, el ecuatoriano Lucio Gutiérrez especialista en golpes de estados, John D. Negroponte  quien se hizo  ilustre en el escándalo del Irán-Contra, y muchos otros que sería demasiado largo nombrar.

¿Qué acciones terroristas fueron tramadas una vez más en este prestigioso y simbólico lugar de su país, que debería ser la garantía de la democracia?

Convendría en ese caso, Señor Presidente, decir que ¡el trabajo de los Cinco cubanos en su país no podía estar más justificado! Sin embargo, son ellos quienes están encerrados mientras los mafiosos conspiran en completa impunidad. ¡Hasta están alentados para eso!

Son las esposas de dos de ellos a quienes su gobierno niega la visa de entrada a Estados Unidos, impidiéndoles ir a ver a sus maridos ¡bajo el pretexto de que representan un peligro para la seguridad de su país!

Señor Presidente Obama, debe usted otorgar la « clemencia ejecutiva » a esos Cinco hombres que mucho están sufriendo desde hace más de doce años.

No es demasiado tarde. Por supuesto, que esta clemencia no podría borrar todos esos años de juventud que perdieron en sus prisiones, pero sería un primer paso hacia un comienzo de justicia. ¡Yes you can!

Reciba Señor Presidente, la expresión de mis sentimientos humanistas más sinceros.

Jacqueline Roussie
64360 Monein
Francia

Copias a: Señoras Michelle Obama, Nancy Pelosi, Hillary Clinton, Señores Harry Reid, Eric Holder y el Embajador de EE.UU. en Francia.

Foto © Virgilio PONCE.



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